Masabeu explica los viajes de san Josemaría a Cataluña

El jueves 12 de junio de 2025 se cerraba el ciclo de charlas y conferencias de Temas de Actualidad, dirigido por Daniel Arasa, con la presencia inestimable del Sr. Josep Masabeu, pedagogo e historiador, al frente de la entidad social BRAVAL desde sus inicios y actualmente su presidente.

El Sr. Masabeu es autor de diversos libros, entre ellos la Historia de la Iglesia de Santa María de Montalegre y del que vino a hablar: Escrivà de Balaguer a Catalunya, 1913-1974, publicado en el año 2015 y agotada la edición en los seis meses siguientes. Este libro, como explicó su autor, se mantiene abierto, pues a lo largo de estos últimos años ha ido recopilando pruebas documentales que determinan que no solo se trataría de 37 viajes que hiciera san Josemaría a Cataluña, sino de uno más con toda seguridad y unos ocho más que van en camino de serlo.

El acto fue presentado por el rector de Montalegre, Mn. Xavier Argelich, el cual le dio la bienvenida, excusó la ausencia del Sr. Arasa e hizo una semblanza biográfica del conferenciante, muy conocido en el entorno de los servicios sociales, la solidaridad y la educación, del que se publican periódicamente entrevistas en diversos medios de comunicación sobre la actividad y frutos de BRAVAL.

 

Escrivà de Balaguer a Catalunya, 1913-1974

Los asistentes fueron recibidos cordialmente por el Sr. Masabeu a los que les entregó un documento ciertamente interesante pues contenía treinta y ocho links del libro. Explicó que el libro completo está publicado en el sitio web oficial de www.opusdei.cat. Constan un índice y los enlaces de los capítulos. En cada capítulo hay el texto y su audio, por lo que se pueden escuchar en catalán todos los capítulos del libro. Y además la referencia a las diversas presentaciones que se hicieron.

Además de estos apuntes sobre la localización actual del libro, nos dio una visión general de los treinta y siete viajes que hizo san Josemaría a Catalunya destacando la importancia de algunos de ellos pues influyeron en el devenir del Opus Dei, como se observó posteriormente: Montserrat y la Mercè fueron claves para la Obra.

 

Itinerario elegido

El primer viaje a Cataluña lo realizó en el año 1913 y el último en 1974, un año antes de morir, en que vino a reponerse del soroche o mal de altura que había sufrido en su estancia en Ecuador.

Se dio el caso de que por razones administrativas los exámenes de bachillerato -aun estudiando en Barbastro (Aragón)- tuvo que hacerlos en Lleida, a la que fue en tres ocasiones con ese motivo entre 1913 y 1915.

La primera estancia de Josemaría Escrivá en Barcelona fue en 1924, y estuvo en el convento de los Padres Mínimos, con la finalidad de animar a un amigo suyo que había dejado el sacerdocio, y con el que mantuvo amistad durante muchos años. En aquellas fechas Josemaría Escrivá todavía no había visto el Opus Dei, pero barruntaba que el Señor le iba a pedir algo que todavía no conocía.

Pasados los años de la fundación de la Obra, ya iniciada la guerra civil, la persecución religiosa provocó que Josemaría Escrivá se plantease huir a la otra zona de España. Así que él y unos cuantos más de la Obra se vinieran a Barcelona y estuvieron unas seis semanas en espera de encontrar el momento propicio para encaminarse hacia los Pirineos catalanes. Realizaron la huida por dichas montañas, fuera de los caminos, entre el 19 de noviembre y el 3 de diciembre de 1937, sin apenas protección para el frío ni alimento. Gracias a Dios llegaron a Andorra.

El periodo de 1939 a 1946 es destacable por muchas razones. Se crea en Barcelona el primer centro de la Obra, que lo llaman Palau no por su gran tamaño sino por todo lo contrario. Todavía hoy está abierto y es el más antiguo del mundo mundial. Sin haberse acabado el centro, Josemaría Escrivá ya estaba pensando en una residencia para estudiantes.

Entre los años 1940-1941 se producen unas contradicciones gravísimas en contra de la Obra. Corrió la voz a base de infundios sobre lo que ocurría en aquel centro. Se decía que la cruz de palo allí instalada era para cometer barbaridades. Josemaría Escrivá, debido a la persecución de que fue objeto, tuvo que alojarse en casa de un sacerdote amigo suyo en ocasión de un viaje a Barcelona.

En el libro se explica cómo el Abad Escarré del Monasterio de Montserrat y Josemaría Escrivá iniciaron una amistad muy sólida y cómo mantuvieron una relación epistolar abundante, por lo que el Abad Escarré salió en muchas ocasiones en defensa del Opus Dei y de su fundador. Por otra parte, el día 27 de abril, en la fiesta de la Virgen de Montserrat del año 1954 se curó instantáneamente de la diabetes, una enfermedad incurable.

En relación con la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona, Josemaría Escrivá cada vez que venía la visitaba para pedirle cosas, y en 1946 le encomendó los trámites para la aprobación pontificia de la Obra, antes de emprender viaje en barco a Roma. En esta ocasión también el Abad Escarré ayudó todo lo que pudo en las gestiones ante la Santa Sede.

El autor destacó también el capítulo 14, referido al año 1948, titulado Afermant una família (Afianzando una familia). En esas fechas, Josemaría Escrivá conocía personalmente y visitaba a los padres de los chicos que eran de la Obra. En 1948 regresó de nuevo a la ciudad para dar a conocer la Obra y recaudar dinero para el proyecto iniciado de la residencia de estudiantes de Monterols. Se inauguró oficialmente el 20 de febrero de 1950. Posteriormente, en 1962 Josemaría Escrivá viviría en Monterols dos días.

El capítulo 19, está dedicado al tema de la declaración de Josemaría Escrivá como Hijo Adoptivo de Barcelona por el entonces alcalde Sr. Porcioles en el año 1966. Desde el primer momento Josemaría Escrivá agradeció el nombramiento por lo que significaba de reconocimiento a la labor del Opus Dei, pero el evento propuesto estaba más cerca de la pomposidad que de la sobriedad. Así que le pidió al alcalde que el acto fuera en el despacho de la alcaldía con pocas personas y un almuerzo familiar en Castelldaura, como así fue.

En los años siguientes, el fundador del Opus Dei viajó por España impartiendo catequesis doctrinales y sobre el espíritu del Opus Dei. Cabe destacar que el 28 de noviembre de 1972 visitó esta Iglesia de Santa María de Montalegre. El año 1973 acompañó al Beato Álvaro a una intervención quirúrgica.

                               

Parte final

Se estableció un turno de preguntas muy interesante. El Sr. Masabeu destacó uno de los casos más difíciles de investigar pues se trataba de localizar a la persona que cedió su casa cerca de Barcelona para que Josemaría Escrivá tuviera un encuentro familiar con varias personas, con ocasión de un viaje en coche desde Roma hasta Zaragoza. Los testimonios documentales y personales dejaban claro que realmente este encuentro se había producido en casa de un cooperador, sin embargo, no había manera de encontrar el hilo para saber quién era. Hasta que finalmente un amigo del Sr. Masabeu comentando el caso con otras personas dio con quién le podía dar información. Se trataba de un señor mayorcísimo, enfermo, hasta tal punto que murió a los pocos días de haber dado la información que se buscaba.

 

Se adjunta a continuación:

En pdf, el documento con los enlaces del sitio web oficial Díptic 12.06.2025

Entrevista reciente realizada por INFOCATOLICA.

https://www.infocatolica.com/blog/caballeropilar.php/2506100452-title?utm_medium=whatsapp&utm_source=whatsapp&utm_campaign=btnwa

Grabación de la conferencia colgada en la red social YOUTUBE

https://www.youtube.com/live/jyZm8BIZlno?si=tqTBv4_DnZS-dn9Z

 

Isabel Hernández Esteban

Nos vamos a Polonia siguiendo los pasos de san Juan Pablo II del 20 al 26 de agosto de 2025

La Iglesia de Santa María de Montalegre junto a la agencia de viajes RT CULTURAL organizamos una peregrinación para el próximo verano. Se trata del mismo recorrido que planteamos en el verano del año 2020 que por las razones conocidas de la pandemia del covid19 tuvo que suspenderse.

Así que ahora lanzamos de nuevo esta propuesta tan interesante como conmovedora. Como tal peregrinación está prevista la celebración de la Eucaristía en diferentes iglesias de la ruta a través del gran país que es Polonia y en los lugares de culto que sean templo jubilar el sacerdote que nos acompañará celebrará el rito jubilar. Rezaremos también el santo rosario diariamente. Además, recorreremos lugares emblemáticos y turísticos de dicho país.

 

BREVE RESUMEN DEL PLAN DE VIAJE

Del miércoles 20 de agosto al martes 27 de agosto de 2025, con guía de parla hispana durante toda la estancia en Polonia y autocar privado.

Primer día de viaje: Saldremos de Barcelona en vuelo regular en dirección Varsovia. Allí haremos transbordo tomando otro vuelo con destino Cracovia. A continuación, traslado en autocar hasta el hotel donde cenaremos y nos alojaremos.

Segundo día de viaje: Visitaremos Cracovia, ciudad en la cual san Juan Pablo II vivió cuarenta años.

Tercer día de viaje: Seguiremos en Cracovia, visitaremos las famosas Minas de Sal en Wielizka y en Oswiecin el campo de concentración Auschwitz.

Cuarto día de viaje: Saldremos de Cracovia con destino a Wadowice, pueblo donde nació san Juan Pablo II y visitaremos la Casa del Santo Padre y la Iglesia de la Santísima Virgen donde fue bautizado. Por la tarde, nos dirigiremos a Czestochowa donde nos alejaremos.

Quinto día de viaje: En Czestochowa visitaremos el complejo monástico de los padres paulinos en el santuario católico de Jasna Gora considerado el centro de peregrinación de Polonia. Allí rezaremos ante el Icono de la Virgen Negra o Virgen de Czestochowa. Por la tarde nos dirigiremos a Varsovia donde nos alojaremos.

Sexto día de viaje: Visitaremos la capital del país, Varsovia.

Séptimo día de viaje: Traslado al aeropuerto para salir en el vuelo regular con destino a Barcelona. A su llegada se dará por finalizada la peregrinación.

 

PROGRAMA DE LA PEREGRINACIÓN

A continuación, las personas interesadas en esta peregrinación podéis descargaros el programa ampliamente detallado por RT CULTURAL, tanto los lugares que visitaremos, donde se celebrará la eucaristía, los hoteles, los precios según el número de personas que se inscriban y paguen y muchos detalles más.

Para cualquier información e inscripciones se han de dirigir a RT CULTURAL, teléfono 931226700.

RT27-2025 GRUPO MONTALEGRE POLONIA 20 – 26 AGOSTO 7 DIAS

Camino del cónclave

Con el corazón en Roma, millones personas de todo el mundo seguimos en directo la retransmisión del funeral del Santo Padre Francisco que murió a las 7.35 de la mañana del lunes de pascua, 21 de abril de 2025.

Estuvieron presentes los representantes de unas 140 delegaciones de los países donde están repartidos los 1400 millones católicos por el mundo. Dieron su último adiós en el interior de la Basílica de San Pedro, en el exterior de la cual se celebran las exequias papales. La Iglesia con las exequias celebra también la Resurrección de Cristo y de los muertos, siendo en esta fecha la octava de Pascua.

El séquito de cardenales empezó su recorrido dentro de la basílica, los sediarios pontificios llevaron a hombros el féretro del Papa Francisco para trasladarlo al atrio de la basílica vaticana, sin cantos ni música, en oración, en silencio, aunque se oían los aplausos del exterior. Una vez fuera, el coro entonó el canto de entrada de la misa Dale Señor el descanso eterno y la luz perpetua le ilumine. La vista aérea nos permitió ver como los fieles ocupaban toda la plaza de San Pedro y más allá del obelisco en la Via della Conciliazione de unos 500 metros de largo.

En el atrio situaron a los obispos, los cardenales, así como a los patriarcas orientales católicos. En la explanada situaron a los miles de sacerdotes y diáconos, todos ellos revestidos de rojo, propio de mártires, en una celebración única. En el otro lado del atrio, ubicaron a los representantes de las delegaciones de los países. Presidió la celebración eucarística el Decano del Consejo Cardenalicio, Cardenal Giovanni Batista Re. El ritual de la misa se dijo en latín, idioma vehicular de la Iglesia Católica. La liturgia de la palabra fue así: la primera lectura en inglés, la segunda en español, el salmo y el evangelio en latín, y la homilía en italiano, que fue una glosa a los aspectos más importantes del papado de Francisco, sus viajes, sus textos, todo su legado de gestos en pro de los más necesitados. Las plegarias se rezaron en diversos idiomas.

La despedida del difunto

Siguió la santa misa por sus cánones habituales. Una vez distribuida la comunión entre todos los asistentes, se inició la parte final de las exequias llamada La última recomendación y despedida del difunto, en la que se cantaron las letanías de los santos, incluyendo a los santos padres del siglo XX. Los hermanos cristianos de los ritos orientales, representados por los patriarcas orientales, incensaron el féretro y cantaron los cantos propios de su rito bizantino para las exequias. A continuación, el cardenal que presidió la santa misa incensó de nuevo el féretro de Francisco, en el que se puso el libro del Evangelio, y que con el capricho del viento fue pasando sus páginas. Sonaron las 12 horas de ese mediodía soleado en Roma. Concluyó así la celebración exequial del Papa Francisco, Que te acoja el coro de los ángeles.

Los fieles prorrumpieron en aplausos y los cardenales abandonaron el atrio hacia la basílica. Prosiguió el séquito de presbíteros y de las personas que más lo han asistido, cuando los catorce sediarios pontificios elevaron el féretro inclinándolo en señal de su último saludo y lo trasladaron al interior de la Basílica de San Pedro, que para llevarlo a la Basílica de Santa María la Mayor, donde expresamente quería ser enterrado, al igual con otros siete papas que allí reposan. Las campanas de San Pedro sonaron constantemente.

El traslado del Papa Francisco

El trayecto desde San Pedro hasta Santa María la Mayor es de 5km. El cortejo del papamóvil circuló inicialmente a diez km. por hora de forma que los numerosos fieles y peregrinos que desde primera hora de la mañana ya estaban situados a lo largo de todo el recorrido hasta la basílica pudieron contemplarlo. Después aceleraron la marcha. El cortejo fúnebre se inició a las 12.30h después de abandonar por última vez San Pedro. La vista aérea nos permitió participar como un peregrino más por todos aquellos lugares turísticos de Roma. Téngase en cuenta que Roma alberga monumentos históricos de muchos siglos de esplendor, tanto religiosos, como políticos y culturales. Vimos como todos los peregrinos tenían los brazos en alto con el teléfono encendido grabando ese momento en el que cada uno ve el papamóvil. Fue impresionante comprobar la presencia de los miles de personas que se agolpaban y llenaban las calles romanas en un recorrido larguísimo.

La recepción en la Basílica de Santa María la Mayor

Media hora duró el traslado. A las 13h resonaron las campanas de la basílica y vemos a la Salus Populi Romani, un cuadro de la Virgen con el Niño a la que tenía mucha devoción el papa Francisco, habiéndola visitado en su vida más de 162 veces.  A la vez, esta Virgen es la patrona de Roma. Los portadores del féretro hicieron una parada ante ella, que está situada en la Capilla Paolina. El momento del enterramiento e inhumación fue privado según expresa condición de Francisco y dirigida por el cardenal camarlengo. Posteriormente la propia Santa Sede publicó fotografías oficiales, y ya al día siguiente numerosos peregrinos pudieron acercarse al sepulcro. Descanse en paz.

El cónclave

Según fuentes de Vatican News la Capilla Sixtina se prepara para el Cónclave que comienza el miércoles 7 de mayo. La oficina de prensa de la Santa Sede ofrece imágenes de Vatican Media que muestra los preparativos de la Capilla Sixtina que recibirá al Colegio de Cardenales para la elección de un nuevo Pontífice. Este 3 de mayo, los cardenales se reúnen nuevamente en Congregación general en preparación al inicio del Cónclave del 7 de mayo. También documentan la instalación de la estufa y la chimenea que tuvo lugar en la mañana de ayer, 2 de mayo.  Es precisamente de esa chimenea de donde, en los próximos días, el mundo esperará la señal tan esperada: el humo blanco, el signo de la elección del sucesor del Papa Francisco. La chimenea, conectada a dos estufas en el interior de la Capilla, es el punto del que sale el humo: el negro, cuando aún no se ha alcanzado la mayoría cualificada de dos tercios, y el blanco cuando se ha producido la elección.

Isabel Hernández Esteban

Venid, adoremos a Cristo, hijo de Dios, que nos redimió con su sangre

La celebración de la Pasión del Señor sucede al día siguiente del Jueves Santo, en el día llamado Viernes Santo que para este 2025 ha correspondido al 18 de abril a las 5 de la tarde. No se trata de la misa que conocemos habitualmente pero sí de un oficio litúrgico, único en el año, que contiene tres partes bien diferenciadas, sin la plegaria eucarística de la consagración de acuerdo con los cánones del misal romano. En la Iglesia de Santa María de Montalegre el crucifijo que cuelga del baldaquino se ha cubierto de una ropa morada en memoria de aquellas horas en las que ya había muerto crucificado el Señor. La capilla del Santísimo se mantiene cerrada y a oscuras por el mismo motivo. Por la mañana se había rezado un Vía Crucis para acompañar al Señor en su agonía.

La liturgia de la Palabra, Mirarán al que traspasaron

Los celebrantes, revestidos de rojo propio de mártires, abandonan en silencio la sacristía y entran en el presbiterio y los sacerdotes que pueden se tienden en el suelo ante el altar mayor, manteniéndose unos instantes en oración. La lectura del profeta Isaías nos prepara para la impactante lectura de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan, leída por los sacerdotes Mn. Tusquellas, Mn. Mallol i Mn. Argelich.

Mn. Tusquellas en su homilía expuso que el Espíritu Santo nos pone delante de la Pasión del Señor porque lo necesitamos. La crucifixión del Señor es un hecho histórico verdadero que nos concierne a todos porque la Cruz nos libera del pecado. Gracias a la lectura de la Pasión del Señor se hace presente ahora. Dios no quiere el mal, no quiere la tortura infame que padeció el Señor, pero Dios permite el ejercicio de la libertad de cada uno. Si no fuera así, no habría cielo, ni purgatorio ni infierno. Jesús acepta su muerte y lo transfigura en amor. Es la bendición que derrama el Señor en cada eucaristía para que amemos la Cruz que es todo aquello que nos sucede en el día a día y quiere además que entremos en diálogo con el Padre cosa que nos anticipa al cielo. Pidámosle a la Virgen que nos de la gracia para acompañar a Jesús.

A continuación, se rezaron las plegarias de los fieles que en este oficio la peticiones van acompañadas de adoración e invocaciones a Dios todopoderoso y eterno, un episodio largo y con silencios para unirnos al Señor en la Cruz.

La adoración a la Cruz: Mirad el árbol de la cruz

La procesión de la cruz se inicia desde el fondo del templo. La preceden los monaguillos con la cruz procesional, siguen los sacerdotes, el rector va elevando la Cruz para que todos los fieles la vean haciendo pequeñas pausas en el trayecto, arrodillándose también los sacerdotes. Una vez en el presbiterio, se inicia la adoración de los fieles asistentes, que uno a uno da un beso a la cruz, la toca, se genuflexiona, la abraza u ofrece cualquier otro signo de respeto o de amor a la cruz, situándose los monaguillos a ambos lados, recogiendo la limosna.

La comunión  

Tal como comentamos en la crónica del Jueves Santo, se había recogido la Reserva para que en el Oficio del Viernes Santo los fieles, celebrantes y monaguillos pudiéramos comulgar. Precedida del rezo del Padrenuestro, se repartió la sagrada comunión. Una vez distribuida, el rector leyó varias oraciones y se dio por acabada la celebración, con el aviso de que a partir de ese momento y durante el sábado la iglesia se mantenía cerrada. Montalegre se abriría a las 7 de la tarde del sábado santo, una hora antes de la celebración de la Vigilia Pascual.

Datos finales

La lectura de la Pasión del Señor está establecida litúrgicamente solo para el Domingo de Ramos y el Viernes Santo. La limosna que se recoge en esta celebración, en todo el mundo católico, va dirigida siempre para el mantenimiento de los lugares santos en Tierra Santa (Israel), que están custodiados desde hace muchísimos años por los Padres Franciscanos. La Coral Montalegre puso sus cantos en muchos momentos, arropando nuestro recogimiento.

Isabel Hernández Esteban

 

Lauda Jerusalem, Dominum, Lauda Deum tuum Sion, Hosanna, hosanna Filio David

Hemos celebrado en Montalegre el inicio de la Semana Santa con la celebración solemne del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor que en este año 2025 ha correspondido al 13 de abril.

Es una celebración absolutamente singular. Se inicia con la conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén. Los fieles con nuestros ramos y palmas ya estábamos esperando el inicio de la ceremonia en el lugar establecido, en el caso de Montalegre ha sido el Pati Manning que en días festivos está cerrado salvo excepciones como el día de Ramos. Los presbíteros y monaguillos han salido de la sacristía procesionando por la nave central del templo hasta el atrio. Allí el rector ha leído los textos litúrgicos de la antífona, la oración y el evangelio. Hemos aclamado al Señor nuestros ramos y hemos sido bendecidos con abundante agua bendita. Mn. Xavier Argelich ha referido un comentario breve recordando que aquellas palabras de Jesús de Ir a la aldea de enfrente, encontrareis enseguida una borrica atada con su pollino, los desatáis y me los traéis, y si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y os los devolverá pronto, eran palabras conocidas pues las había anunciado el profeta, y en ese día se cumplió.

A continuación, se inició la procesión de los presbíteros, los monaguillos y todos los fieles que estábamos allí, cantando al unísono Lauda Jerusalem, Dominum, Lauda Deum tuum Sion, Hosanna, hosanna Filio David. Seguimos por la nave central de Montalegre situándonos en los bancos. La cruz procesional subió al presbiterio, lugar en el cual el rector se retiró la capa pluvial y se revistió con la estola y la capilla para la celebración eucarística. La puerta principal del templo se mantuvo abierta, la que da al Pati Manning, como pocas veces la hemos visto.

La Santa Misa

Los cánones litúrgicos establecen solemnidad para el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor, eso significa que los cantos, el incienso y las bendiciones tienen más protagonismo de lo habitual, todo para dar más gloria al Señor. Las lecturas son las fijas de cada año, a excepción de la lectura del Evangelio que es la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Para el ciclo A de este año 2025, se leyó la Pasión según San Lucas, en su versión completa. Tal como comentó el rector, el texto describe con todo tipo de detalle la última cena del jueves santo, el prendimiento, los juicios a que fue sometido Jesucristo, su crucifixión y muerte en la cruz. Nos invitó a que en estos días de semana santa la meditásemos, fijándonos en los numerosos personajes, algunos de ellos fuertes pues se mantuvieron fieles a Jesús, otros huyeron como los apóstoles, las mujeres lloraron, pero estaban ahí, con Él. De todo ello hemos de sacar consecuencias prácticas para nuestra vida familiar, social y profesional.

Las plegarias de los fieles la leyeron cuatro jóvenes que próximamente recibirán el sacramento de la Confirmación.

Nota final

Acabada la larga lectura de la Pasión, en uno de los últimos bancos de Montalegre, se desvaneció una feligresa, cosa que hizo interrumpir el inicio de la homilía del rector, el cual pidió a los presentes que si había entre nosotros un médico o una enfermera acudieran a asistirla. Se trataba de una súbita bajada de azúcar. A los diez minutos se prosiguió la celebración sin otro percance. ¡Gracias a Dios! El templo estaba llenísimo de fieles hasta el final participando con piedad y oración en todo momento, actitud que agradeció el rector, deseando a la feligresa una pronta recuperación. En la despedida, recordó los horarios de las misas y oficios de estos días santos, anunciando que en la Vigilia Pascual serían bautizados dos adultos y un bebé.

Isabel Hernández Esteban

Celebración de la Candelaria en la Iglesia de Santa María de Montalegre

El domingo 2 de febrero de 2025 se ha celebrado en Montalegre la gran fiesta de Jesús y de la Santísima Virgen, su madre, conocida como la Candelaria. En esta ocasión al coincidir en domingo, el día del Señor, la hemos celebrado con más solemnidad, inundando con cantos la procesión de las velas y la santa misa.

Se inició al fondo de la nave central con la ceremonia del encendido de las velitas que los fieles pudimos recoger a la entrada de la iglesia. El ceremonial siguió con la bendición, con agua de bendita, de todos nosotros y de las propias velitas. Con la lectura de los textos apropiados al acto y el canto continuo de El Señor es mi luz y mi salvación, el Señor es la defensa de mi vida. Si el Señor es mi luz ¿A quién temeré? ¿Quién me hará temblar? procesionamos por la nave central, detrás del celebrante, hasta nuestro asiento en los bancos.

Al acabar el canto del Gloria in excelsis Deo, antes de las lecturas de la misa, el celebrante indicó al pueblo que era el momento de apagar las velas.  

 La homilía

En la homilía, el rector de Montalegre nos habló diciendo: Esta es la fiesta del Señor, la presentación del primogénito y la presentación de la madre del niño, ninguno de los dos necesitaba de purificación, pero cumplieron el mandato de la ley de Moisés, tal cual estaba escrito y prescrito para los judíos. Este cumplimiento tiene un significado muy profundo pues se trata del rescate del primogénito. Aquellos ancianos Simeón y Ana que esperaban el cumplimiento de la promesa hecha por Dios al pueblo elegido se estaba cumpliendo, dando así un paso clave, un impulso del Antiguo Testamento al nacimiento del Nuevo Testamento.

Simeón representa a la Esperanza del pueblo, por ello cogiendo el niño en brazos pudo decir Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

Esto es una invitación a los seguidores de Cristo para que sepamos alumbrar, evangelizar ¡Portones! alzad los dinteles, que se alcen las puertas eternales, va a entrar el Rey de la gloria, cantaba el salmo 23. Por eso hemos hecho la procesión con las velas encendidas para que recordemos vivir con esa luz encendida, sin miedo, iluminando a los demás porque hemos sido salvados por el Señor siendo purificados por medio de los sacramentos del bautismo y la confirmación.

Nota final

Además de la fiesta de la Candelaria, recordamos que era el primer domingo de san José, de los siete que se recuerdan, antes de la fiesta de san José el próximo 19 de marzo, patrono de la Iglesia. Es por ello que en el ofertorio de la misa la directora de la Coral Montalegre cantó una oración a san José y en la post comunión el Himno a san José.

Al día siguiente, el 3 de febrero, celebramos san Blas, el protector de las gargantas, y quién tuvo la oportunidad y la aprovechó recibió la bendición de las velas cruzadas en su cuello con Que san Blas te proteja la garganta.

Isabel Hernández Esteban

Los fieles de Montalegre visitaron la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona

El pasado 30 de noviembre de 2024, por la mañana realizamos, una vez más, la visita guiada y gratuita a la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, templo santo y emblemático de la Ciudad, gracias a que cada año la Junta Constructora de la Sagrada Familia invita a los feligreses de iglesias y parroquias de la Archidiócesis de Barcelona, para que puedan visitar gratuitamente este Evangelio en piedra, creado por Antoni Gaudí.

Nuestro grupo completó el número máximo de sesenta personas. En conjunto, eran fieles de la Iglesia de Santa María de Montalegre, alumnos y familiares de los diversos grupos de catequesis de primera comunión y de confirmación, incluyendo alumnas de Terral, entidad sin ánimo de lucro destinada a la educación e inserción de niñas y jóvenes del barrio del Raval que atiende pastoralmente Montalegre.

La visita fue dirigida por guías profesionales de la Sagrada Familia, con un amplio conocimiento de la historia, construcción y la actualidad del templo. Nos explicaron en una hora las tres fachadas (Nacimiento, Padrenuestro y Pasión) así como toda la nave de la Basílica llamada el bosque. Fue maravilloso volver a estar en aquel lugar en un día soleado como aquel sábado pues se traslucía una inmensa luz de colores a través de los numerosos vitrales. Una experiencia para los sentidos y para el alma difícil de ser superada por otra.

Una vez acabada la visita guiada, los peregrinos pudieron acceder a otras zonas libremente, como el museo, la antigua escuela de alumnos del barrio, que es un pequeño edificio situado en el exterior y las sacristías. También, los más avispados, y desde una zona acristalada de la nave de la basílica pudieron contemplar parcialmente la Cripta, lugar donde está enterrado Antoni Gaudí, y, siguiendo el mismo recorrido, visitar la pequeña capilla del Santísimo.

El templo de la Sagrada Familia fue constituido Basílica en la consagración como tal por el Santo Padre Benedicto XVI el 7 de noviembre de 2010. Cada día se celebran misas en la cripta, y en la nave central los fines de semana, a las cuales pueden acudir todos los católicos que lo deseen. Se puede consultar en el sitio web oficial los horarios de las misas.

Isabel Hernández Esteban

Jubileo 2025, Que la fuerza de la esperanza colme el presente en la espera confiada de la venida de Nuestro Señor Jesucristo

Para el próximo 24 de diciembre de 2024, en la víspera de la Navidad, el Santo Padre Francisco y a la vez obispo de Roma, dispuso que la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, se abriese, dando inicio así al Jubileo ordinario, sucediéndose a continuación en Roma y en todas las diócesis de la Iglesia Católica Universal multitud de eventos.

 Antecedentes hasta llegar aquí

Para ello, previamente el Papa Francisco, el 11 de febrero de 2022, escribió una carta a Monseñor Rino Fisichella presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. Por medio de esa carta, el Papa encargaba a Monseñor Fisichella la responsabilidad de encontrar las maneras apropiadas para que el Año Santo se prepare y se celebre con fe intensa, esperanza viva y caridad operante. El Dicasterio que promueve la nueva evangelización sabrá hacer de este momento de gracia una etapa significativa para la pastoral de las Iglesias particulares, tanto latinas como orientales, que en estos años están llamadas a intensificar su compromiso sinodal.  En esta perspectiva, la peregrinación hacia el Jubileo podrá fortificar y manifestar el camino común que la Iglesia está llamada a recorrer para ser cada vez más claramente signo e instrumento de unidad en la armonía de la diversidad.  Será importante ayudar a redescubrir las exigencias de la llamada universal a la participación responsable, con la valorización de los carismas y ministerios que el Espíritu Santo no cesa de conceder para la edificación de la única Iglesia.  Las cuatro Constituciones del Concilio Ecuménico Vaticano II, junto con el Magisterio de estos decenios, seguirán orientando y guiando al santo pueblo de Dios, para que progrese en la misión de llevar el gozoso anuncio del Evangelio a todos.

En esa misma carta, nos recordaba que El Jubileo ha sido siempre un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia. Bonifacio VIII instituyó el primer Año Santo en 1300 con cadencia de cien años, que después pasó a ser según el modelo bíblico, de cincuenta años y ulteriormente fijado en veinticinco.

Con el mandato del Papa, el Dicasterio que promueve la nueva evangelización trazó el esquema de los contenidos que se van a desarrollar en este jubileo 2025 que, en pocas semanas, se iniciará con alegría en todo mundo. Con ese propósito, el Santo Padre dictó la Bula de Convocación del Jubileo ordinario del año 2025, con el nombre de Spes non confundit, es decir, La esperanza no defrauda, el 9 de mayo de 2024.

¿Qué nos dice el Papa en la bula de convocación sobre la Esperanza?

De entrada, nos dice que a cuantos lean esta carta la esperanza les colme el corazón.

1.La Esperanza constituye el mensaje central del jubileo. Y que el jubileo sea para todos ocasión de reavivar la esperanza. La Palabra de Dios nos ayuda a encontrar sus razones. El Espíritu Santo, con su presencia perenne en el camino de la Iglesia, es quien irradia en los creyentes la luz de la Esperanza. San Pablo refiere que el amor se pone a prueba cuando aumentan las dificultades y la esperanza parece derrumbarse frente al sufrimiento. En medio de la oscuridad se percibe una luz y eso lleva a desarrollar una virtud estrechamente relacionada con la esperanza: la paciencia. Aprendamos, dice el Papa, a pedir con frecuencia la gracia de la paciencia que es hija de la esperanza y al mismo tiempo la sostiene.

2.Para ese camino de la esperanza nos recuerda que es bueno que esa modalidad extendida de celebraciones jubilares continúe, de manera que la fuerza del perdón de Dios sostenga y acompañe el camino de las comunidades y de las personas. La peregrinación expresa un elemento fundamental del acontecimiento del jubileo. Ponerse en camino es un gesto típico de quienes buscan un sentido de la vida. Las iglesias jubilares podrán ser oasis de espiritualidad para revitalizar la fe y beber de los manantiales de la esperanza, sobre todo acercándose al sacramento de la Reconciliación, punto de partida insustituible para un verdadero camino de conversión.

  1. El Santo Padre dispone, entre otras cosas:

Que la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, se abra a partir del 24 de diciembre del corriente año 2024, dando inicio así al Jubileo ordinario. El domingo sucesivo, 29 de diciembre de 2024, se abrirá la Puerta Santa de la Catedral de San Juan de Letrán. A continuación, el 1 de enero de 2025, se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de Santa María la Mayor. Y, por último, el domingo 5 de enero se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de San Pablo extramuros.

Establece además que el domingo 29 de diciembre de 2024, en todas las catedrales y concatedrales, los obispos diocesanos celebren la Eucaristía como apertura solemne del Año jubilar, según el Ritual que se preparará para la ocasión. Que la peregrinación desde una iglesia elegida para la collectio, hacia la catedral, sea el signo del camino de esperanza que, iluminado por la Palabra de Dios, una a los creyentes.

  1. Además de alcanzar la esperanza que nos da la gracia de Dios, se ha de redescubrir en los Signos de los Tiempos. El Papa destaca como signos de los tiempos los siguientes:

Que el primer signo de esperanza se traduzca en paz para el mundo, sumergida ahora en la tragedia de la guerra.

Que la pérdida del deseo de transmitir la vida se llene de esperanza y sea una vida llena de entusiasmo.

Que seamos tangibles de esperanza para aquellos que viven en condiciones de penuria, especialmente los presos, los privados de libertad. A su vez, da recomendaciones a los gobiernos del mundo.

Que se ofrezcan signos de esperanza a los enfermos, que puedan ser aliviados con la cercanía de las personas que los visitan y el afecto que reciben.

Que nos ocupémonos de los jóvenes que con frecuencia ven cómo se derrumban sus sueños y su porvenir.

Que no puedan faltar signos de esperanza hacia los migrantes, desplazados, exiliados y refugiados a quienes, debido, a los conflictivos sucesos internacionales, se ven obligados a huir.

Que la comunidad cristiana esté dispuesta siempre a defender el derecho de los débiles, como los ancianos y los millares de pobres. No hemos de olvidar que los pobres son víctimas, no culpables.

Que los abuelos y las abuelas que representan la transmisión de la fe y la sabiduría de la vida a las generaciones más jóvenes, sean sostenidos por la gratitud de los hijos y el amor de los nietos.

  1. Los llamamientos a la Esperanza

Los bienes de la tierra no están destinados a unos pocos privilegiados sino a todos.

A las naciones más ricas se las invita a que reconozcan la gravedad de tantas decisiones tomadas y determinen condonar las deudas de los países que nunca podrán saldarlas, y lo califica como una cuestión de justicia.

En el próximo jubileo se cumplirán 1700 años de la celebración del primer gran Concilio ecuménico de Nicea. El Jubileo 2025 podrá ser una oportunidad significativa para dar concreción a esa forma sinodal en la comunidad cristiana.

  1. Anclados en la Esperanza

La esperanza, junto con la fe y la caridad, forman el tríptico de las virtudes teologales que expresan la esencia de la vida cristiana, pero ¿Cuál es el fundamento de nuestra espera?

En primer lugar, Creo en la vida eterna, así lo profesa nuestra fe y la esperanza cristiana encuentra en estas palabras una base fundamental.

En segundo lugar, Cristo murió, fue sepultado, resucitó y se apareció: ante la muerte, donde parece que todo acaba, se recibe la certeza de que, gracias a Cristo, a su gracia, que nos ha sido comunicada por el bautismo, la vida no termina, sino que se transforma para siempre.

Siguen otros aspectos del ancla de nuestra alma. El testimonio de esa esperanza nos lo ofrecen los mártires que, firmes en la fe en Cristo resucitado, renunciaron a la vida terrena y no traicionar al Señor.

¿Qué felicidad esperamos? La felicidad que esperamos es aquello que nos plenifica, es decir, el Amor que no defrauda y del que nada ni nadie podrá separarnos jamás, manifestado en Cristo, nuestro Señor.

El juicio de Dios, que es Amor, no podrá basarse más que en el amor, de manera especial en cómo lo hayamos ejercitado respecto de los más necesitados, en los que Cristo, el mismo juez, está presente. De esta manera, la indulgencia jubilar, en virtud de la oración, está destinada en particular a los que nos han precedido, para que obtengan plena misericordia.

El sacramento de la Penitencia nos asegura que Dios quita nuestros pecados. Pero el pecado deja huella, lleva consigo consecuencias, en cuanto que todo pecado, incluso venial, entraña apego desordenado a las criaturas que es necesario purificar, tanto aquí como en el estado después de la muerte llamado purgatorio. Los efectos residuales del pecado son removidos por la indulgencia.

La esperanza encuentra en la Madre de Dios su testimonio más alto, por ello no es casual que la piedad popular siga invocando a la Santísima Virgen como Stella Maris título de la esperanza cierta, de que ella viene en nuestro auxilio, nos sostiene, nos invita a confiar y a seguir esperando.

Que este Año jubilar los santuarios sean lugares santos de acogida y espacios privilegiados para generar esperanza, esperanza que tenemos como un ancla del alma, sólida y firme.

Los grandes eventos que se celebrarán en Roma durante el Año Jubilar 2025 son numerosísimos y están destacados en el calendario general que ofrece el sitio web oficial del Jubileo. Este calendario puede servir para organizar en las Iglesias particulares eventos similares o bien inspirados en dichas celebraciones, según los temas que se van a desarrollar durante ese tiempo.

Para que dé muchos frutos, especialmente espirituales, el Papa nos invita a rezar con la oración propia del Jubileo 2025.

Oración del Jubileo 2025

Padre que estás en el cielo, la fe que nos has donado en tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano, y la llama de caridad infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, despierten en nosotros la bienaventurada esperanza en la venida de tu Reino.

Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio que fermenten la humanidad y el cosmos, en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva, cuando vencidas las fuerzas del mal, se manifestará para siempre tu gloria.

La gracia del Jubileo, reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza, el anhelo de los bienes celestiales y derrame en el mundo entero la alegría y la paz de nuestro Redentor.

A ti, Dios bendito eternamente, sea la alabanza y la gloria por los siglos. Amén.

Papa Franciscus

*Se adjuntan los documentos comentados.

bula de convocacion jubileo 2025

carta previa a la convocacion del jubileo P Fco

calendario jubileo 2025

 

Libertadora de los cautivos y Princesa de Barcelona

El martes 24 de septiembre de 2024, se celebró en la Iglesia de Santa María de Montalegre la solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la ciudad de Barcelona. La Iglesia Universal indica que es fiesta de precepto para los ciudadanos católicos de esta ciudad. Siendo festivo en la ciudad, en Montalegre se celebraron las cuatro misas del día en horario de día de fiesta.

En la homilía, el rector destacó que la Virgen María es Madre de todas las mercedes y de las misericordias. A Ella hemos de pedirle que nos libere de nuestras tentaciones. Además, Ella se avanza a nuestras necesidades como la alegría, la paz, la humidad. Escuchémosla como aquellos sirvientes de las Bodas de Caná, pues del mismo modo que Ella estuvo pendiente de lo que allí ocurría, Ella está pendiente de nosotros para que caminaremos como hijos de Dios.

San Josemaría, fundador del Opus Dei, acudió personalmente al Santuario dedicado a la Princesa de Barcelona, en el año 1946. Acudió a esta ciudad para tomar un barco que le llevaría a Roma, con el fin de implorarle que intercediera para la aprobación de la Obra que se estaba debatiendo en el Vaticano. Tiempo después, a su regreso a España pasó primero por Barcelona para dar gracias a la Virgen de la Merced por la aprobación obtenida.

Acudamos a Ella para pedirle por nuestras necesidades, y en contrapartida, no haremos concesiones al pecado, que es lo que nos esclaviza.

La santa misa de 12h estuvo marcada por la bendición del altar, del celebrante y de los fieles asistentes con el incienso que se eleva a Dios como signo de alabanza, y con la inestimable colaboración de los monaguillos muy avezados en toda su tarea. También, fue el día que la Coral Montalegre se presentó por primera vez, y cantó desde el coro, dirigido por Rosa Parellada, soprano, al órgano Luis Avendaño, y las voces de Laira, Fabiola y la que suscribe.

Nota histórica

La Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes es una advocación mariana venerada por los cristianos católicos. Es equivalente también el nombre de Virgen de la Misericordia.

Esta advocación tiene su inicio el 1 de agosto de 1218, cuando la Virgen María —en su advocación de Virgen de la Merced— se apareció por separado a tres ilustres personajes de Barcelona: a Pedro Nolasco, quien sería el fundador de la Orden de la Merced; al rey Jaime I de Aragón, conocido como el Conquistador, y reinante en aquel momento en la Corona de Aragón, y a Raimundo de Peñafort, fraile dominico, maestro general de su orden de predicadores, y confesor del primero. Diez días después de la aparición, los tres caballeros se encontraron en la catedral de Barcelona y compartieron haber tenido la misma aparición: la Virgen María les pedía la fundación de una orden religiosa dedicada a la redención de los cautivos. Sería la Orden de la Merced para la redención de los cautivos, fundada en ese año de 1218 y aprobada por el papa en 1235.

Desde aquella festa hasta hoy, después de 789 años, en la ciudad de Barcelona se celebran fiestas en su honor, muy secularizadas, por ello los católicos implicados nos ocupamos de ensalzarla y venerarla, pidiéndole que proteja a nuestra ciudad.

Isabel Hernández Esteban

Santa Ana y san Joaquín, los abuelos de Jesús, así lo celebra la Iglesia

En el día 26 de julio de 2024 la Iglesia nos invita a celebrar la solemnidad de santa Ana la madre de la Virgen María. En la misa del día la liturgia de la Palabra es propia. Y las plegarias son invocaciones por el bien de las familias y sus miembros. Recordamos las que se han leído en la Iglesia de Santa María de Montalegre:

1.Para que el Señor fortalezca el amor y la fidelidad de los esposos cristianos y les conceda vivir siempre unidos, en las alegrías y en las pruebas. Roguemos al Señor.

2.Para que Dios conceda a las madres de familia acierto para educar a sus hijos en la rectitud humana y en la integridad de la fe. Roguemos al Señor.

3.Para que Dios se compadezca de las familias desavenidas y proteja a los hijos de los matrimonios separados. Roguemos al Señor.

4.Para que en nuestra comunidad abunden esposos que, a imitación de santa Ana y san Joaquín, eduquen a sus hijos en la piedad, alegren a la Iglesia y cooperen al bien de la sociedad. Roguemos al Señor.

Escucha nuestras oraciones, Señor Dios nuestro, y a quienes hoy recordamos a la madre de la Virgen María, concédenos los bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Estas bellas oraciones las podemos hacer nuestras para rezar por nuestras familias.

Asimismo, la Iglesia celebra el 28 de julio de 2024 la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores con el lema, En la vejez no me abandones (cf. Sal 71,9). El papa Francisco estableció en 2021 la celebración de esta Jornada el cuarto domingo de julio, en torno a la fiesta, el día 26, de los Santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús.

Además, el Santo Padre ha concedido la indulgencia plenaria a los fieles que asistan a las misas dedicadas a este propósito o visiten a las personas mayores que están solas.

Para esta celebración el Santo Padre envió un Mensaje el 25 de abril de 2024, el cual referimos literalmente de la web de la Conferencia Episcopal Española:

Queridos hermanos y hermanas:

Dios nunca abandona a sus hijos. Ni siquiera cuando la edad avanza y las fuerzas flaquean, cuando aparecen las canas y el estatus social decae, cuando la vida se vuelve menos productiva y corre el peligro de parecernos inútil. Él no se fija en las apariencias (cf. 1 S 16,7) y no desdeña elegir a aquellos que para muchos resultan irrelevantes. No descarta ninguna piedra, al contrario, las más “viejas” son la base segura sobre las que se pueden apoyar las piedras “nuevas” para construir todas juntas el edificio espiritual (cf. 1 P 2,5).

La Sagrada Escritura, en su conjunto, es una narración del amor fiel del Señor, del que emerge una certeza consoladora: Dios sigue mostrándonos su misericordia, siempre, en cada etapa de la vida, y en cualquier condición en la que nos encontremos, incluso en nuestras traiciones. Los salmos están llenos del asombro del corazón humano frente a Dios, que nos cuida a pesar de nuestra pequeñez (cf. Sal 144,3-4); nos aseguran que Dios nos ha plasmado en el seno materno (cf. Sal 139,13) y que no entregará nuestra vida a la muerte (cf. Sal 16,10). Por tanto, podemos tener la certeza de que también estará cerca de nosotros durante la ancianidad, tanto más porque en la Biblia envejecer es signo de bendición. 

Y, sin embargo, en los salmos encontramos además esta sentida súplica al Señor: «No me rechaces en el tiempo de mi vejez» (Sal 71,9). Una expresión fuerte, muy cruda. Nos lleva a pensar en el sufrimiento extremo de Jesús que exclamó en la cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mt 27,46).

En la Biblia, pues, hallamos la certeza de la cercanía de Dios en cada etapa de la vida y, al mismo tiempo, encontramos el miedo al abandono, particularmente en la vejez y en el momento del dolor. No se trata de una contradicción. Mirando a nuestro alrededor no nos resulta difícil comprobar cómo esas expresiones reflejan una realidad más que evidente. Con mucha frecuencia la soledad es la amarga compañera de la vida de los que como nosotros son mayores y abuelos. Siendo obispo de Buenos Aires, muchas veces tuve ocasión de visitar residencias de ancianos y me di cuenta de las pocas visitas que recibían esas personas; algunos no veían a sus seres queridos desde hacía muchos meses.

Las causas de esa soledad son múltiples. En muchos países, sobre todo en los más pobres, los ancianos están solos porque sus hijos se han visto obligados a emigrar. Pienso también en las numerosas situaciones de conflicto; cuántos ancianos se quedan solos porque los hombres —jóvenes y adultos— han sido llamados a combatir y las mujeres, sobre todo las madres con niños pequeños, dejan el país para dar seguridad a los hijos. En las ciudades y en los pueblos devastados por la guerra, muchas personas mayores se quedan solas, como únicos signos de vida en zonas donde parece reinar el abandono y la muerte. En otras partes del mundo, además, existe una falsa creencia, muy enraizada en algunas culturas locales, que genera hostilidad respecto a los ancianos, acusados de recurrir a la brujería para quitar energías vitales a los jóvenes; de modo que, en caso de que una muerte prematura, una enfermedad o una suerte adversa afecte a un joven, la culpa recae sobre algún anciano. Esta mentalidad se debe combatir y erradicar. Es uno de esos prejuicios infundados, de los que la fe cristiana nos ha liberado, que alimenta persistentes conflictos generacionales entre jóvenes y ancianos.

Si lo pensamos bien, esta acusación dirigida a los mayores de “robar el futuro a los jóvenes” está muy presente hoy en todas partes. Esta también se encuentra, bajo otras formas, en las sociedades más avanzadas y modernas. Por ejemplo, hoy en día está muy extendida la creencia de que los ancianos hacen pesar sobre los jóvenes el costo de la asistencia que ellos requieren, y de esta manera quitan recursos al desarrollo del país y, por ende, a los jóvenes. Se trata de una percepción distorsionada de la realidad. Es como si la supervivencia de los ancianos pusiera en peligro la de los jóvenes. Como si para favorecer a los jóvenes fuera necesario descuidar a los ancianos o, incluso, eliminarlos. La contraposición entre las generaciones es un engaño y un fruto envenenado de la cultura de la confrontación. Poner a los jóvenes en contra de los ancianos es una manipulación inaceptable; «está en juego la unidad de las edades de la vida, es decir, el real punto de referencia para la comprensión y el aprecio de la vida humana en su totalidad» (Catequesis 23 febrero 2022).

El salmo citado anteriormente —en el que se suplica no ser abandonados en la vejez— habla de una conspiración que ciñe la vida de los ancianos. Parecen palabras excesivas, pero comprensibles si se considera que la soledad y el descarte de los mayores no son casuales ni inevitables, son más bien fruto de decisiones —políticas, económicas, sociales y personales— que no reconocen la dignidad infinita de toda persona «más allá de toda circunstancia y en cualquier estado o situación en que se encuentre» (Decl. Dignitas infinita, 1). Esto sucede cuando se pierde el valor de cada uno y las personas se convierten en una mera carga onerosa, en algunos casos demasiado elevada. Lo peor es que, a menudo, los mismos ancianos terminan por someterse a esta mentalidad y llegan a considerarse como un peso, deseando ser los primeros en hacerse a un lado.

Por otra parte, hoy son muchas las mujeres y los hombres que buscan la propia realización personal llevando una existencia lo más autónoma y desligada de los demás que sea posible. Las pertenencias comunes están en crisis y se afirman las individualidades; el pasaje del “nosotros” al “yo” se muestra como uno de los signos más evidentes de nuestro tiempo. La familia, que es la primera y la más radical oposición a la idea de que podemos salvarnos solos, es una de las víctimas de esta cultura individualista. Pero cuando se envejece, a medida que las fuerzas disminuyen, el espejismo del individualismo, la ilusión de no necesitar a nadie y de poder vivir sin vínculos se revela tal cual es: uno se encuentra en cambio teniendo necesidad de todo, pero ya solo, sin ninguna ayuda, sin tener a alguien con quien poder contar. Es un triste descubrimiento que muchos hacen cuando ya es demasiado tarde.

La soledad y el descarte se han vuelto elementos recurrentes en el contexto en el que estamos inmersos. Estos tienen múltiples raíces: en algunos casos son el fruto de una exclusión programada, una especie de triste “complot social”; en otros casos se trata lamentablemente de una decisión propia. Otras veces también se los sufre fingiendo que se trate de una elección autónoma. Estamos perdiendo cada vez más «el sabor de la fraternidad» (Carta enc. Fratelli tutti, 33) e incluso nos cuesta imaginar algo diferente.

En muchos ancianos podemos advertir ese sentimiento de resignación del que habla el libro de Rut, cuando relata que la anciana Noemí —después de la muerte del marido y de los hijos— invitó a sus nueras, Orpá y Rut, a regresar a sus países de origen y a sus casas (cf. Rut 1,8). Noemí —como tantos ancianos de hoy— teme quedarse sola, pero no consigue imaginar algo distinto. Como viuda, es consciente de valer poco ante la sociedad y está convencida de ser un peso para esas dos jóvenes que, al contrario de ella, tienen toda la vida por delante. Por eso piensa que sea mejor hacerse a un lado y ella misma invita a las jóvenes nueras a dejarla y a construir su futuro en otros lugares (cf. Rut 1,11-13). Sus palabras son un concentrado de convenciones sociales y religiosas que parecen inmutables y que marcan su destino.

El relato bíblico nos presenta en este momento dos opiniones diferentes frente a la invitación de Rut y, por tanto, frente a la vejez. Una de las dos nueras, Orpá, que le tiene cariño a Noemí, con un gesto afectuoso la besa, pero acepta lo que ella también cree que es la única solución posible y sigue su propio camino. Rut, en cambio, no se separa de Noemí y le dirige palabras sorprendentes: «No insistas en que te abandone» (Rut 1,16). No tiene miedo de desafiar las costumbres y la opinión común, siente que esa mujer anciana la necesita y, con valentía, permanece a su lado, dando inicio a una nueva travesía para ambas. A todos nosotros —acostumbrados a la idea de que la soledad es un destino inevitable— Rut nos enseña que a la súplica “¡no me abandones!” es posible responder “¡No te abandonaré!”. No duda en trastocar lo que parece una realidad inmutable, ¡Vivir solos no puede ser la única alternativa! No es casualidad que Rut —la que se quedó acompañando a la anciana Noemí— sea un antepasado del Mesías (cf. Mt 1,5), de Jesús, el Emanuel, Aquel que es “Dios con nosotros”, Aquel que lleva la cercanía y la proximidad de Dios a todos los hombres, de todas las condiciones y de todas las edades.

La libertad y la valentía de Rut nos invitan a recorrer un camino nuevo. Sigamos sus pasos, hagamos el viaje junto a esta joven mujer extranjera y a la anciana Noemí, no tengamos miedo de cambiar nuestras costumbres y de imaginar un futuro distinto para nuestros ancianos. Nuestro agradecimiento se dirige a todas esas personas que, aun con muchos sacrificios, han seguido efectivamente el ejemplo de Rut y se están ocupando de un anciano, o sencillamente muestran cada día su cercanía a parientes o conocidos que no tienen a nadie. Rut eligió estar cerca de Noemí y fue bendecida con un matrimonio feliz, una descendencia y una tierra. Esto vale siempre y para todos: estando cerca de los ancianos, reconociendo el papel insustituible que estos tienen en la familia, en la sociedad y en la Iglesia, también nosotros recibiremos muchos dones, muchas gracias, muchas bendiciones.

En esta IV Jornada Mundial dedicada a ellos, no dejemos de mostrar nuestra ternura a los abuelos y a los mayores de nuestras familias, visitemos a los que están desanimados o que ya no esperan que un futuro distinto sea posible. A la actitud egoísta que lleva al descarte y a la soledad contrapongamos el corazón abierto y el rostro alegre de quien tiene la valentía de decir “¡no te abandonaré!” y de emprender un camino diferente.

A todos ustedes, queridos abuelos y mayores, y a cuantos los acompañan, llegue mi bendición junto con mi oración. También a ustedes les pido, por favor, que no se olviden de rezar por mí.

Roma, San Juan de Letrán, 25 de abril de 2024

 

nota. La foto del templo es la Iglesia de Santa Ana en Jerusalén.

Comunicación Montalegre

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