JMJ

En el calendario de este mes de Julio hay unos días marcados de manera especial para que no se nos olviden: del 23 al 28 de este mes se celebrarán en Rio de Janeiro (Brasil),la Jornada Mundialdela Juventud.

Han pasado ya 27 años desde que el 1986 el Papa Juan Pablo II se reunió en Roma, en un encuentro con un numeroso grupo de jóvenes de la diócesis de Roma, en la que se considera la primera de la larga serie de Jornadas, que continuó Benedicto XVI y este año el Papa Francisco. Aquel primer encuentro tenía como lema: “Siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza”(1 Pe 3,15).

Juan Pablo II, el principal impulsor de las jornadas mundiales de la juventud tenía un enorme cariño y una confianza ciega, ilimitada, en la fuerza de los jóvenes. Y era un sentimiento correspondido como lo demuestran los millares i millares de jóvenes que acudieron a Roma para darle el último adiós en el momento de su muerte.

Estos encuentros de jóvenes del mundo entero, a veces muy numerosos, vienen a desmentir un tópico al que a veces se recurre: a los jóvenes el cristianismo no les interesa; en las iglesias no hay jóvenes… Las JMJ, con la reunión de centenares de miles de jóvenes, muestran por el contrario, que el cristianismo sí interesa a los jóvenes, que los ideales que les plantea Jesús sí les interpelan y mucho, y que son capaces de grandes sacrificios para vivir su fe…

Hay una fuerza enorme en la juventud dela Iglesia, una fuerza que realmente puede sacudir el mundo, que lo puede revolucionar, que lo puede transformar. De pequeños nos explicaban en el colegio que las aguas del Antiguo Nilo se desbordaban anualmente y que inundaban el enorme valle del río, dándole una fertilidad extraordinaria. Aquellos terrenos que parecían ya exprimidos, secos, incapaces de dar más de sí, recibían una bendición con esa inundaciones y eran capaces de volver a producir en gran abundancia.

Estas Jornadas vienen a ser para las diócesis de todo el mundo como ese desbordarse del Nilo: Esa multitud de jóvenes que asiste ilusionada al encuentro con el Papa, que entra en contacto tantos jóvenes cristianos de otros lugares, que se enriquece con la maravilla del mensaje, nos traerá a su vuelta un nuevo empuje, una nueva ilusión;   el agua y los nutrientes que pueden revitalizar nuestras sociedades cansadas y resecas. Cometeríamos un error si pensáramos que esos viajes son un modo más de turismo religioso, o como una manera sana de emplear el tiempo de las vacaciones, y lo criticáramos sin más como un gasto inútil en tiempos de crisis. Es mejor y mas próximo a la verdad que lo veamos como una bendición que puede salvarnos.

Mn Francesc Perarnau

San Josemaría amaba a la Iglesia

El 26 de junio, coincidiendo con su traspaso al cielo, la Iglesia quiso que en el mismo día se celebrara la fiesta de San Josemaría, un santo universal. Se han celebrado en todo el mundo muchas misas pidiendo su intercesión. Cabe destacar que en Cataluña se han celebrado más de cincuenta, una de ellas en la Iglesia de Santa María de Montalegre. La presidió el rector, Mn. Francisco Perarnau, concelebrada con Mn. Ferran Blasi y Mn. Joan Rodríguez, hasta hace poco rector de la Parroquia de Belén de Barcelona a la que pertenece Montalegre; Mn. Mallol fue el maestro de ceremonia.

 

El rector, en su homilía* destacó de San Josemaría, su amor por la Iglesia y por el Papa, fuera quien fuera. D. Alvaro del Portillo había dicho de él que la Iglesia era uno de sus grandes amores, y a la que le dedicó todas sus energías desde muy joven. Mn. Perarnau citó uno de los libros espirituales más conocidos del santo, refiriéndose a Camino, en concreto su punto 518, el cual dice: “Qué alegría poder decir con todas las fuerzas de mi alma: amo a mi Madre la Iglesia santa!”. San Josemaría siempre rectificaba la intención en favor de la Iglesia. Añadió que cuando vivió aquellos momentos tan difíciles de su vida sobre si debía llevar adelante la Obra, en su oración rogaba y decía “Si la Obra no es para servir a la Iglesia, destruyela”. A lo largo de todos sus viajes por España, Europa y América ponía de manifiesto su amor al santo padre y pedía que se rezara por él y que se ofrecieran sacrificios. Es por ello que encontramos en la oración de la estampa la petición de saber servir con alegría y sencillez a la Iglesia y al Santo Padre.

 

La Coral Canigó

Hay que hacer mención especial a la participación de la Coral Canigó que como siempre no fallaron a la convocatoria de Montalegre. En la celebración interpretó los cantos de la misa, y una vez terminada la celebración, lo más esperado: los Gozos de San Josemaría, mientras los fieles, más de quinientas personas, se acercaban a venerar la reliquia del santo.  Aquel conjunto de voces masculinas y femeninas, con su finura y conjunción nos ayudó a elevar el alma y mantenerla con alegría.

Texto integro homilia fiesta sant Josepmaria

Isabel Hernández Esteban

 

Primeras Comuniones de Brafa, Braval y Terral

El día 8 de junio de 2013, por la tarde, se celebró en la Iglesia de Santa María de Montalegre la Primera Comunión de los niños y niñas que se han estado preparando en los últimos meses en las entidades sociales de Barcelona Brafa, Terral y Braval, estas dos últimas del barrio del Raval. Este año han recibido la Primera Comunión Gerard Mameng, Clark Maz Mogro, David Israel Fiallos, Justin Patric Manongsong, Federick John Rolios y Marlon Brando de Braval. Alavaro Ramirez, Pablo Quevedo, Miguel Sebastián, Eder Guerra y Alejandro Gutierrez de Brafa. Y de Terral, Mikka Alyssa Banan Galang, Saray Ballester García, Marita Santos Guevara y Francine Pelayo Alenson.

La ceremonia la concelebró el Mn. Josep Miquel Bombardó, presidiéndola el Mn. Javier Jarne, el cual al inicio explicó el significado de lo que es el saludo de El Señor sea con vosotros, diciendo a los niños y niñas que estaban en el presbiterio que esto se haría realidad en breves momentos porque pronto estaría Jesús dentro de ellos, y que por ello debían dar gracias a Jesús, y también a sus padres que les habían traído a este mundo. La santa misa fue muy participativa. Los catequistas leyeron las lecturas, los niños que comulgarían leyeron las plegarias, y las niñas leerían las acciones de gracias al final de la celebración.

En su homilía, Mn. Jarne les recordó que Jesús los ama y que por eso se quiere quedar con nosotros, que Jesús quiere ser nuestro amigo y que la comunión es un alimento. Explicó que toda la vida es un camino hacia el cielo y que de la misma manera que el cuerpo necesita alimento, el alma también y que este alimento es Jesús en la forma en que se ha quedado con nosotros, después de sacrificarse en la cruz. Se dirigió a los padres y madres diciéndoles que aquella celebración es una celebración de gran alegría, un paso más en la educación de los hijos, que es más importante que los regalos y los convites, y que deben seguir ayudando a sus hijos a llevar una vida recta y honesta. A continuación, renovaron las promesas del bautismo.

Y uno a uno, recibieron la primera comunión, y tal como les había dicho el sacerdote, ese día iba a ser el día más importante de su vida y no lo olvidarían nunca.

Isabel Hernández Esteban

En el Corazón Inmaculado de la Virgen de Fátima

Al santuario de la Virgen de Fátima, en Portugal, lo llaman “El oasis de oración” y es cierto porque es un lugar de oración para todos los peregrinos que allí se reúnen. Por eso los tres días de peregrinación que hicimos en aquellas tierras portuguesas cumplieron su objetivo: ¡rezamos muy bien! Estábamos tan cerca de la Virgen que, con un poco de voluntad personal, la oración fluía, no solamente aquella oración hecha en comunidad, junto a miles de personas rezando rosarios y misas, sino también aquella oración personal en la que uno tiene un diálogo muy personal con Dios. Seguimos el programa que había previsto la organización, pero con plena libertad de participar o no activamente con el grupo, lo que hizo posible que la apertura del corazón dirigido a la Virgen fuera al ritmo de cada uno y se hiciera libremente. Cabe decir que esto no impidió un ambiente fraterno y con buen humor por parte de todos.

Iniciamos muy temprano la salida de Barcelona en avión hacia Lisboa. Ganamos una hora al reloj dado el cambio horario en Portugal. Allí nos esperaban Mireya y Cecilia que habían comenzado su peregrinaje el día anterior. Nos acompañó Tiago, un guía que nos explicó con mucho interés todo lo que veíamos a nuestro alrededor. Antes de llegar a Fátima hicimos una parada en la histórica localidad de Bathala (Batalla), con una iglesia y un monasterio dignos de ser visitados. Ya en Fátima, el guía se despidió del grupo. Como en nuestro país vecino se almuerza temprano, a la una de la tarde ya estábamos sentados en la mesa del comedor de la Residencia del Amor de Dios, muy cerca de la Basílica del santuario. Después de un breve descanso, con el mini bus, conducido por el amable autocarista Samuel, nos dirigimos a la Vía sacra. Es un paseo muy bonito, se encuentran todas las estaciones de un vía crucis magnífico, sin embargo, como estábamos en el mes de la Virgen, rezamos, caminando, el rosario. En aquel lugar se había aparecido el Ángel de la Paz a los pastorcitos Jacinta, Lucía y Francisco. De allí seguimos el camino hacia Ajustrel para visitar la casa de los pastorcitos y el pozo del Ángel donde también se les apareció anunciándoles que pronto verían a la Virgen. Ya en la residencia, el sacerdote que nos acompañó, el rector de la Iglesia de Santa María de Montalegre, celebró la misa en el oratorio. En su homilía nos habló de la humildad y la sencillez de aquellos tres niños que vivieron las apariciones del Ángel y de la Virgen y cómo vivieron en profundidad las peticiones de oraciones y sacrificios que la Virgen les había pedido. Después de cenar, todos teníamos, a pesar del cansancio de la jornada, mucha ilusión de ir al santuario para participar en el rosario de las velas de aquella noche del viernes 24 de mayo de 2013, en la Capellina de la Virgen.

Al día siguiente también tuvimos una jornada muy activa, pero sin movernos del santuario. A media mañana, Mn. Francisco Perarnau, dijo misa en la capilla de la Resurrección, una de las capillas subterráneas del santuario; tanto ese día como en el anterior, Maria Teresa leyó las lecturas y Joan ayudó a misa. El sacerdote en su homilía destacó que la presencia de la Virgen es patente desde el pie de la Cruz y en tantas ocasiones como se han producido circunstancias difíciles para la Iglesia. Así fue cuando se apareció a Santiago en El Pilar, a san Juan Diego en Guadalupe, a santa Bernadette en Lourdes, y luego en Fátima. Siempre se aparecía para resolver problemas que hemos visto cómo se han ido resolviendo, dijo.

A continuación, visitamos la exposición del Corazón y la iglesia de la Santísima Trinidad donde pueden sentarse cerca de 9000 fieles y pueden concelebrar la misa unos 100 sacerdotes; nos hicimos fotos ante la Cruz, la imagen del Beato Juan Pablo II y la Basílica. Seguimos la visita hasta el espacio dedicado a un bloque del Muro de Berlín, y algunos peregrinos ya iniciaron las compras de rosarios y libros sobre los mensajes de Fátima para obsequiar a familiares y amigos. Después de un animado almuerzo con cantos y bailes populares de otros peregrinos que estaban en la residencia, y pasado un breve descanso, fuimos al Museo y Exposición del santuario. El cortometraje y la visita nos situaron de lleno en toda la generosidad del pueblo portugués hacia la Virgen. La corona de la Virgen, en la que se había encastado la bala que atravesó al beato Juan Pablo II en el atentado del que fue objeto, nos permitió revivir el milagro de la Virgen de haber salvado al santo padre. Teníamos que ver la Basílica y rezar, claro! Así que todos los peregrinos nos reencontramos a la hora de cenar. Sin duda debíamos coger fuerzas para ir al rosario de aquella noche del sábado 25 de mayo. Nos esperarían unas emociones profundas porque no es habitual participar en una oración en la que se reúnen miles de personas, muchísimas más que la noche anterior. En aquella noche, uno de los peregrino, Ignacio, fue uno de los porteadores voluntarios de la imagen de la Virgen de Fátima.

En el domingo se celebró la solemnidad de la Santísima Trinidad. El grupo de la Iglesia de Santa María Montalegre estaba inscrito en el rosario de las 10 de la mañana en la Capellina de la Virgen, y allí, en primera fila, casi tocando la imagen de la Virgen, estaba Mn. Francesc acompañado por Jose Mari y Joan. Una vez terminado el rosario, se inició la procesión de la imagen de la Virgen, los sacerdotes y los estandartes de algunas peregrinaciones, hasta llegar al altar que está delante de la Basílica, presidiendo toda la explanada, muy llena con ¡miles y miles de fieles más! La misa fue cantada en gregoriano y la presidió el obispo de la región de Leiria, a la que pertenece la población de Fátima, Dr. Antonio Mato, el cual se refirió a la Santísima Trinidad como el misterio de amor y de comunión con Dios, un misterio que invita a la familia a vivir las alegrías y los sufrimientos de la vida cotidiana, por eso ahora, más que nunca ¡No Tengáis Miedo! … Para ser fuertes y firmes en la fe fijaros en el corazón inmaculado de la Virgen de Fátima. Acabada la misa internacional, la procesión retomó su camino hasta la Capellina, y, entonando cánticos a la Virgen, los allí congregados la despedimos, como es tradicional, con un pañuelo blanco.

A continuación regresamos a la residencia con el tiempo justo para almorzar, recoger las maletas y despedirnos de las hermanas de la congregación del Amor de Dios que nos habían atendido muy bien, como en otras ocasiones que habíamos estado. Nuestros corazones estaban exultantes de tantas emociones. De camino al aeropuerto nos desviamos hacia la costa, cerca de Peniche. Hicimos parada en Obidos, un pueblo amurallado y situado en lo alto de una cima, con calles de piedra y paisajes pintorescos. Pero teníamos que dejar esos paseos, era hora de volver a casa, como así fue cuando ya tocaba la medianoche del día 26 de mayo. Y como suele pasar al final de cada peregrinación, y tal como ocurrió en la primera peregrinación que hicimos a Fátima, decidimos volver a Tierra Santa, cosa que haremos el próximo año 2014.

Isabel Hernández Esteban

Sobre José María Hernández Garnica, Roturando los Caminos

Una vez más el Dr. José Carlos Martín de la Hoz, postulador de la causa de canonización de D. José María Hernández Garnica, ha presentado un nuevo libro sobre el perfil biográfico del Siervo de Dios. “Roturando los caminos” es un texto más amplio que los dos primeros. Ha surgido del estudio y la elaboración de la positio de la causa de canonización que ya se envió a Roma con un montante de 15000 folios. Actualmente la causa se encuentra en la fase de elaborar el resumen de la positio que ha de tener un máximo de 250 folios y en el que ha de contener la biografía y el cómo vivió y armonizó las virtudes.

En la presentación del acto, el rector de la Iglesia de Santa Maria de Montalegre, Mn. Francesc Perarnau, explicó que desde hace cinco años se ha promovido una comisión de trabajo, se ha difundido la devoción privada por medio de la venta de los dos libros que se editaron anteriormente y la distribución de las hojas informativas; también la proyección del video sobre D. José María Hernández Garnica y la celebración de una misa. Sin lugar a dudas el traslado de sus restos mortales el 11 de noviembre de 2011 a la iglesia marcó un hito en la devoción privada. A su vez anunció que en este año se celebrará el Centenario, pues D. José María Hernández Garnica nació el 17 de noviembre de 1913.

El postulador refirió una larga semblanza biográfica llena de declaraciones de personas que conocieron al Siervo de Dios, haciendo hincapié que fue siempre un fiel a la Obra y a Nuestro Padre, siendo como él maestro y guía  de santos. Tuvo una especial dedicación a las mujeres que con gran psicología les enseñaba el camino de santidad en el Opus Dei, pues sabía estar en las cosas de los demás con gran amor y habilidad. Contó el Dr. Martín que D. José María le decía a Nuestro Padre que se enfadaba mucho, pues era un hombre de carácter fuerte pero san Josemaria le decía que debido a su carácter tendría que luchar más, y le serviría  para defender, como a él le habían enseñado, el espíritu de la Obra. Los apuntes biográficos los explicó con citas de personas que lo conocieron destacando de él algo que repetía a menudo: Hasta que te des cuenta que no eres nada, no harás algo.

Gracias al animado coloquio nos hizo descubrir el conferenciante favores y anécdotas de la vida del Siervo de Dios, el cual había conocido a D. Álvaro del Portillo desde que eran pequeños, jugaban en la calle, fueron al mismo colegio, y coincidieron en el mismo examen para Ingeniero de Minas. Finalmente se reencontraron en la residencia de DYA.

El postulador nos recomendó rezar y pedir favores …. pues “pasan cosas”. Y cuanto más pidamos más se nos dará porque los santos son eternamente agradecidos.

Información adicional

Nueva cuenta en el Twitter para estar bien informado: @JMHGarnica

Isabel Hernández Esteban

Llevar una vida cristiana

Llevar una vida cristiana significa vivir el mandamiento del amor, que tiene esa doble dimensión de la que nos habla el Señor en el Evangelio: amar  a Dios, amar al prójimo. Y esto, aunque parezca sorprendente, nos lo dice la experiencia diaria, no es fácil.

Las dificultades son evidentes: algunas son dificultades interiores. Todos sentimos en nuestro interior la enorme fuerza que tiene la soberbia, una de cuyas manifestaciones es la tendencia a ser egoístas, a mirarnos a nosotros mismos, a juzgar cosas y personas de acuerdo con el beneficio que nos producen a nosotros… Y de esas inclinaciones nacen todos los demás problemas: avaricia, lujuria, ira, envidia… De hecho para vivir una vida cristiana hay que luchar contra esos movimientos interiores y que ofrecen una gran resistencia…

Otras veces las dificultades son exteriores: con frecuencia nos encontramos con un ambiente no cristiano, a veces beligerantemente anticristiano; no es extraño que quien procura vivir su fe se vea ridiculizado, denostado y en ocasiones incluso perseguido. Los mártires no son figuras del pasado, sigue habiendo mártires en nuestros días. Para vivir la fe en esas circunstancias hace falta mucha fortaleza.

Ante la evidencia de las dificultades, puede ser que nos asalte la duda: ¿se puede “vivir en cristiano”?; ¿es posible vivir según las enseñanzas de Jesús?

La respuesta parece evidente: tiene que serlo, porque Dios no nos pide imposibles.

Pero es cierto que no es fácil. No basta la voluntad personal. Se necesita algo más: se necesita la ayuda de Dios; sin ella no hay nada que hacer. Y esta ayuda tiene un cauce claro: nos llega a través de la oración y de los sacramentos. Es con estos medios que la persona cristiana puede vivir a fondo su fe y llegar a la santidad a pesar de las dificultades interiores y exteriores que se interponen en su camino.

 

Mn Francesc Perarnau

Utilizamos cookies anónimas de terceros para analizar el tráfico web que recibimos y conocer los servicios que más os interesan. Puede cambiar las preferencias y obtener más información sobre las cookies que utilizamos en nuestra Política de cookies

Configuración de Cookies

En la parte inferior verá el tipo de cookies que utilizamos y podrá seleccionar cuales permite. Una vez seleccionadas pulse "Guardar configuración" para actualizar sus preferencias

FuncionalesNuestra web puede contener cookies funcionales que son necesarias para el correcto funcionamiento de la web.

AnalíticasUtilizamos cookies analíticas para ofrecer más contenido de su interés.

Redes SocialesPara integrar datos de nuestras redes sociales, estas redes pueden instalar cookies de terceros.

OtrasOtras cookies de webs de terceras empresas como Google Maps.