Al inicio de la santa misa solemne de las siete de la tarde del jueves 2 de octubre de 2025, en la Iglesia de Santa María de Montalegre, Mn. Xavier Argelich nos invitó a participar en la celebración de los Santos Ángeles Custodios y de la Acción de Gracias por el 97 aniversario de la fundación del Opus Dei, pidiéndole a Dios que nos ayude a crecer. Comentó que concelebraba con el vicario de la Parroquia de Betlem, a la cual pertenece Montalegre. Para esta ocasión Mn. Xavier tenía reservada una nueva casulla que había elaborado una feligresa, aprovechando la banda central de otra casulla que se había estropeado.
El ordinario de la misa y los cantos se rezaron en catalán y la liturgia de la Palabra y la homilía en castellano. El sacerdote invitado, Mn. Benedito Capitantg, vicario de la parroquia referida, leyó el santo evangelio.
La homilía de la santidad
En la homilía, Mn. Xavier nos dijo: Un nuevo aniversario, un año más, a tres del Centenario de la fundación de la Obra, se nos abre un periodo de reflexión intenso sobre nuestra identidad como miembros del Opus Dei mirando al futuro, es decir, cómo llevar al Opus Dei 100 años más. Iniciamos así la recta final para llegar al Centenario. San Josemaría en su oración privada le pedía al Señor qué era lo que quería de él, y en una pequeña habitación de los Hermanos Paules, en Madrid, donde estaba haciendo unos ejercicios espirituales, el 2 de octubre de 1928 con 26 años el Señor le suscitó la fundación de la Obra para anunciar la llamada a la santidad para todos en el mundo, sin profesar en una orden religiosa. En aquella fecha esto era una novedad, es decir, que la llamada a la santidad fuera para todos. Pero hoy en día es habitual oírlo y practicarlo. Este anuncio y esta práctica significa poner a Jesucristo en medio de todas nuestras tareas, pero sin quedarnos a Jesucristo para nosotros sino también para llevarlo a los demás.
Nos lo hemos de tomar en serio. En efecto, hemos de poner todos los medios que tengamos a nuestro alcance. No pensemos que somos un desastre, no es verdad, cada uno según sus posibilidades y sus dones alcanzaremos al Señor porque somos hijos de Dios. No busquemos la felicidad como algo etéreo o inalcanzable. La felicidad se encuentra dándonos a los demás, eso sí que nos hará feliz. Confiemos en la Virgen Santísima para que hagamos lo que quiere el Señor, con la ayuda de Ella Dios crecerá en nosotros.
Otros detalles de la celebración
Colaboraron varios lectores habituales de Montalegre Ángel, Isabelita y Manuel. Ayudó a misa, Armando. Dirigió los cantos Rosa junto al organista Melsior Mur, así como los sacristanes de Montalegre. Al acabar la celebración el rector dio gracias a los asistentes por su presencia, a los colaboradores referidos por su trabajo, y a Mn. Benedito por haber aceptado su invitación, dando gracias a Dios por haber querido suscitar el Opus Dei.
Isabel Hernández Esteban