Desde primeros del mes de noviembre que empieza el engranaje del proyecto hasta el 21 de de diciembre, la maquinaría de la campaña se vuelve imparable y repite éxito cada año.
Aunque contemos con empresas que tradicionalmente colaboran, centros de estudios que siempre hacen recogida abundante de alimentos y voluntarios que finalmente salen de debajo de las piedras…Siempre nos hace ilusión contar con el factor sorpresa y la incertidumbre de que todo parte de la generosidad, voluntad y bien hacer de cada uno de los voluntarios.
Las empresas colaboradoras demuestran su generosidad año tras año con sus donaciones, imprescindibles para este proyecto y el voluntariado no es para menos: muchos repiten de la buena experiencia de otros años y otros son nuevos y quieren repetir para sucesivas campañas e incluso comprometerse para que se les asigne una familia para atender durante todo el año.
Ésta es una de las campañas más esperadas por las familias del Raval y gracias a la colaboración de tanta gente, la campaña estrella de Acció Social Montalegre.